¿Moda, retención de talento o gestación de una nueva cultura?
Hoy cada vez más, las empresas reconocen que, para brindar un buen servicio con sus clientes, tienen que fortalecer, antes que nada, el vínculo con los propios colaboradores que serán la cara visible de la organización al momento de la verdad. En estos últimos meses, el bienestar y el foco puesto en las necesidades de los colaboradores, se volvió esencial y se ha convertido casi en un tema “estratégico” en la mesa chica de los líderes de cualquier compañía.
¿Qué es la felicidad? cómo poder mantener motivado al equipo y generar engagement en todos los colaboradores si, en definitiva, la felicidad es una búsqueda individual. Lo que a alguien le hace bien, quizás a otros no les sume tanto a su bienestar y viceversa. Entonces, ¿cómo gestionar el bienestar en las organizaciones? Sin duda la clave es una de las habilidades más requeridas en este momento: la escucha activa por parte de los líderes y la empatía. También el diseño de experiencias significativas para los colaboradores, con el objetivo de mejorar la capacidad de atracción y de retención de talentos.
Brindarles a los colaboradores beneficios segmentados o experiencias de wellness colectivas (no solo a corto sino también a largo plazo) para mejorar el bienestar físico, mental y actitudinal, implica desarrollar un calendario de actividades que ocupen momentos clave de distensión y esparcimiento. Esto no debe ser visto como un gasto sino como una inversión en la productividad de los equipos.
De esta forma, la salud, nutrición, prevención, cultura, la recreación y el deporte, como pilares fundamentales, comienzan a tomar protagonismo en el plan estratégico de RRHH y los nuevos ingresantes (generalmente millennials y centennials) comienzan a elegir compañías sanas que alientan políticas de inclusión, diversidad y wellness.
Hoy en día no hay dudas y hay estudios que lo demuestran, que asistir a los empleados en cuestiones personales aumenta la fidelidad, motivación y productividad, lo que lleva aparejado a un mejor clima organizacional. A su vez, se reduce el ausentismo y el riesgo a accidentes. Una persona con problemas personales tiene mayor nivel de estrés y se ausenta con más frecuencia. Una persona preocupada tiene menor concentración y mayor propensión a tener accidentes.
Es por esto que las empresas implementan acciones o programas que fomentan estos actos de vida más saludables y conectan a los colaboradores con experiencias disruptivas (por ejemplo, de gamificación). La clave para realizar un programa de bienestar siendo asertivos, es el paso previo de diagnosticar; realizar actividades de escucha activa; entender las necesidades de los colaboradores y su forma de apreciar la realidad dentro de la organización y a lo largo de su día. Cuanto más customizada sea esa escucha y esa implementación de las acciones, mayores van a ser los resultados positivos.
Una vez realizado el diagnóstico, se desarrolla un plan de acción global de la mano de una Comunicación Interna eficaz y mediante piezas digitales creativas que inviten a participar. Muchas veces los colaboradores no conocen todos los beneficios que la organización pone a disposición, por tal motivo, es que se vuelve clave contar con un socio estratégico de Comunicación a la hora de dar a conocer todo el plan.
Todas las acciones que vayamos a realizar, es fundamental que estén acompañadas de un plan de control y seguimiento para evaluar las mejoras que las actividades generan. Además, para ver si las acciones son valoradas y van cumpliendo los objetivos y para reconocer el grado de implicancia de los involucrados. Ese es otro gran desafío, lograr que los individuos participen activamente y no abandonen.
Por último, hay empresas que cuentan con un Programa de Asistencia al Empleado, pueden enviar comunicaciones a los colaboradores para recordarles sobre el beneficio que incluye asesoramiento profesional gratuito y confidencial en diferentes áreas (Psicológica, Nutricional, Maternidad y Lactancia, Financiero Contable, Legal -no laboral-). En estos momentos críticos, los Programas de Asistencia al Empleado son aún más valorados, ya que tanto los colaboradores como sus familias, pueden recibir contención emocional inmediata durante las 24 horas los 7 días de la semana. A su vez, la modalidad de atención puede ser telefónica o por video llamada, además de presencial.
Otra forma de acompañar a los empleados en momentos difíciles como el actual, es ofrecerles una plataforma online que promueva el bienestar con información y videos filmados por profesionales. Los temas deberían ser para toda la familia e incluir, por ejemplo, estrategias de manejo del estrés y la ansiedad, mindfulness, alimentación saludable, sugerencias para aumentar el bienestar, pausas activas para hacer en casa, entre otros.
También, la compañía puede facilitar servicios de ayuda específicos para la situación de hoy – por ejemplo, psicólogos, coaches para consultas gerenciales, capacitaciones específicas, contadores, entre otros.
En conclusión,
¿Es moda? de ninguna manera, es un hecho.
¿Es un gasto? No, es una inversión en la productividad de la compañía.
¿Puedo no tenerlo en cuenta? Es muy probable, pero sepamos que las tendencias indican que cada vez más se torna necesario atender estos temas y que no hacerlo nos aleja de la atractividad como marca empleadora.
¿Cómo lo hago? ¿por dónde comienzo?
Poniendo en práctica: la escucha activa, diagnóstico, evaluación de beneficios existentes vs faltantes, diseño de un plan, programa de actividades diferentes y originales, comunicación interna eficaz, motivación y seguimiento.